El desarrollo y la evolución histórica de las ciudades están relacionados con las formas de organización e interacción humana, con los diferentes sistemas, político, religioso, tecnológico, económico, etc, tomando cualquiera de ellos podria trazar una cronologia de las diferentes características y/o estadios de una ciudad y de ahi, la sociedad que la habita.
Uno de estos sistemas que “controlo” o quiso/quiere controlar el ser humano, el medio natural por “medio” de diversas tecnologías, que dejaron atrás años de vida nómada, de caza y recolección de frutos, y dieron paso a una vida sedentaria, de producción de alimentos y asentamiento en una zona determinada.

Luego, durante mucho tiempo la ciudad dependería de la fuerza o tracción a sangre (humana o animal) para la producción y el transporte, estas se localizaban en zonas concentradas, en áreas limitadas, a la vera de un rio, sin mayores consecuencias para el medio ambiente.

Pero después sobrevino la Revolución Industrial, las consecuencias ambientales de la urbanización se volvieron significativas, cuando los pobladores de las ciudades estuvieron más expuestos a los desechos, de aquello que les generaba renta, las hambrunas, pestes y los recursos naturales, que eran materias primas, eran importados de otras regiones para mantener la población urbana que iba en franco aumento.

Es aquí donde el metabolismo de la ciudad rompe con el equilibrio natural, pasando a ser, este metabolismo, lineal, entran recursos, se consumen, salen desperdicios, desechos sin importar de que tipo.

Los problemas ambientales generados ya empiezan a tener repercusiones territoriales a escala local y regional.

Salteando cientos de años llegamos a nuestros días en donde las ciudades son la fuente más importante de producción de gases del llamado efecto invernadero, y de la emisión de sustancias que afectan la capa de ozono, así como también es la principal fuente terrestre de contaminación de aguas.

La demanda urbana de recursos naturales, y la acumulación de desechos generada por las ciudades aceleran la destrucción del ambiente, todo, y la pérdida de biodiversidad.

El resolver los problemas ambientales, generados por los emplazamientos urbanos es, pues, de suma importancia para el futuro del planeta y sus habitantes. De hecho la ciudad no puede entenderse al margen de las condiciones naturales del medio en el cual se inserta y al cual modifica.

En esa línea se inscribe esta iniciativa, que ya lleva varios años en estudio y al parecer están avanzadas las negociaciones, léase financiamiento, de un prototipo.

Esto lleva el nombre de granjas verticales